El Anuario de Glotopolítica (AGlo) nace con vocación de aventura intelectual. Es un componente de un proyecto académico mayor y de una cultura del diálogo, la crítica y el debate intelectual que a lo largo de años ha inspirado en nosotros la figura señera de Elvira Narvaja de Arnoux. Surge de un osado y, con toda probabilidad, imprudente gesto de afirmación disciplinar; de una pulsión por reivindicar, en la arena de las disputas institucionales donde se decide la sobrevivencia y muerte de los saberes, el valor de un proyecto intelectual –la glotopolítica– que consideramos necesario y urgente en tantas esferas no sólo de la vida académica sino de la vida social en su conjunto.

Al pensar la glotopolítica con voluntad programática, optamos desde un principio, por un trazado generoso del campo que dé cabida a proyectos que exploren la relación entre el lenguaje y lo político desde posiciones teóricas y opciones metodológicas diferentes. Daremos cabida, por ejemplo, a exploraciones del modo en que el lenguaje –prácticas lingüísticas y metalingüísticas– interviene en la constitución de sujetos políticos. Invitaremos también reflexiones sobre las representaciones del lenguaje –producidas dentro o fuera de las porosas fronteras disciplinarias de la lingüística– que revelen su condición ideológica en tanto que mediadoras (nada inocentes) entre la comunicación verbal y la organización (o desorganización) de la diferencia social. Consideraremos las diversas articulaciones entre las disputas que atraviesan el campo literario y los posicionamientos sobre el lenguaje. Y atenderemos por supuesto a los estudios de política y planificación lingüística que ambicionen entender estos procesos como acciones por medio de las que se negocian relaciones diferenciales de poder.

Queremos priorizar el desarrollo de teorías del lenguaje y del discurso que problematicen los binomios saussureanos que, petrificados como cimientos intocables, han canalizado el desarrollo de la lingüística hacia un formalismo y una autonomía disciplinaria reveladores de una apenas reprimida envidia de cientificidad. Cuestionamos, por ello, la autonomía –blindada por los muros imaginarios de la sincronía y de la lógica interna de la gramática– de una langue o una performance de naturaleza ajena a la comunicación; extraña a la historia, al contexto, a los hablantes hablando; indiferente a las escritoras escribiendo.

Queremos también explorar las relaciones entre lo político y el lenguaje con un prisma amplio y a través de formulaciones riesgosas –acaso incluso resbaladizas– que permitan responder con soltura a las múltiples constelaciones de la desigualdad. Este extremo es importante, porque al apostar por un proyecto inherentemente crítico reaccionamos frente a nociones planas y blandas de la política como mera gestión burocrática de un poder cuyo origen no se cuestiona o como bienintencionada navegación de un consenso que borra las exclusiones que perpetra.

Nos preocupa el reparto desigual de los recursos lingüísticos y de los medios legitimados para dar cuenta de esos recursos y, por ello, nos comprometemos con una concepción social del lenguaje hermana de una sociología de la cultura que dé cuenta de la institucionalización de esa desigualdad y forje, al mismo tiempo, herramientas para redefinirla. Nos interesan las operaciones discursivas que configuran hegemonías, contrahegemonías y hegemonías alternativas y por ello asumimos una teoría manifiestamente ideológica del lenguaje. Nos inquieta la inscripción de la subalternidad y la subalternización en todas las dimensiones de la comunicación verbal y por ello invocamos formulaciones amplias y miradas ambiciosas sobre los mecanismos de operación del poder.

Con la creación de AGlo, en definitiva, vislumbramos una práctica intelectual que se entiende a sí misma como acción glotopolítica, que se inserta conscientemente en pugnas sobre la institucionalización de los saberes y se compromete decididamente no sólo al relevamiento de procesos como los que mencionamos más arriba sino también con la intervención activa en un campo intelectual y en un espacio académico disputado.

COMITÉ DE REDACCIÓN
Diego Bentivegna, Universidad Nacional de Tres de Febrero
José del Valle, City University of New York
Mateo Niro, Universidad de Buenos Aires
Laura Villa, City University of New York

CONSEJO ASESOR
Graciela Barrios, Universidad de la República
Henry Boyer, Université Montpellier III
Alexandre Duchêne, Université de Fribourg
Carlos Alberto Faraco, Universidade Federal do Paraná
Ofelia García, City University of New York
Monica Heller, University of Toronto
Luis Fernando Lara, Colegio de México
Daniel Link, Universidad Nacional de Tres de Febrero
Elvira Narvaja de Arnoux, Universidad de Buenos Aires
Kathryn A. Woolard, University of California, San Diego

COMITÉ DE ESPECIALISTAS
Lidia Becker, Leibniz Universität Hannover
Jenny Brumme, Universitat Pompeu Fabra
Yvette Bürki, Universität Bern
Maite Celada, Universidade de São Paulo
Bárbara Cifuentes, Escuela Nacional de Antropología e Historia
Juan Antonio Ennis, Universidad Nacional de La Plata
Adrián Fanjul, Universidade de São Paulo
Glenn Martínez, The Ohio State University
Laura Morgenthaler García, Ruhr-Universität Bochum
Daniela Lauria, Universidad de Buenos Aires
Mariela Oroño, Universidad de la República
Susana Rodríguez Barcia, Universidade de Vigo
Darío Rojas, Universidad de Chile
Freddy Santamaría Velasco, Universidad Pontificia Bolivariana
Juan R. Valdez, Investigador independiente
Virginia Zavala, Pontificia Universidad Católica del Perú

SECRETARÍA DE REDACCIÓN
Lara Alonso, City University of New York
Jorge Alvis, City University of New York
Tania Avilés, City University of New York
Natalia Bengochea, Universidad de Buenos Aires
Andrés Buisán, Universidad de Buenos Aires
Luis Quesada, City University of New York
Iara Chiquis, Instituto «Joaquín V. González»
Pablo Garibotto, Universidad de Buenos Aires

3 comments on “

  1. Los emailes a info@glotopolitica.com se devuelven; ¿a qué dirección podría comunicarme con ustedes?

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  2. Hola! De donde son?

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