Introducción
La gestión del multilingüismo es una constante en las sociedades modernas. Con el surgimiento de las naciones-Estado y el avance del capitalismo se arraigó una ideología lingüística que imaginaba las naciones como entes homogéneos y ligados inexorablemente a una lengua común. El estándar, forma legítima de la lengua nacional, se impuso a través del sistema educativo, institución disciplinaria por excelencia, y también de los medios de comunicación de masas, prensa, primero, radio y televisión, después. El discurso hegemónico —a través del discurso público sobre la lengua, así como mediante el saber generado por la ciencia lingüística— representaba la diversidad de lenguas como un problema para la comunicación (tanto entre el Estado y la ciudadanía, como entre quienes controlaban los medios de producción y quienes trabajaban). Además, el multilingüismo se conceptualizaba como una fuente de conflicto social (puesto que si el mundo se concebía dividido en naciones lingüísticamente homogéneas, la coexistencia de lenguas no podía sino significar lealtades encontradas y, por tanto, confrontación).
Aunque ese privilegio de las sociedades imaginadas uniformes y de las variedades estándar no ha desaparecido, en las últimas décadas hemos vivido un cambio discursivo en lo tocante a la diversidad lingüística. Esta no se representa solo (o principalmente) como un problema o una fuente de conflicto social. A ese discurso hegemónico se suman otros en los que el bilingüismo y el multilingüismo se valoran como destrezas deseables desde el punto de vista político (como mecanismos estratégicos de comunicación o de conformación de alianzas supranacionales), desde el punto de vista empresarial (pues permiten acceder a más consumidores y consumidoras o penetrar nuevos mercados) o desde el punto de vista educativo (no solo en base a las puertas que las lenguas abrirían en el mercado laboral sino también porque el conocimiento de más de una lengua desarrollaría las capacidades cognitivas del estudiantado). Pero este aparente cambio de paradigma discursivo sigue dejando entrever actitudes profundamente normativas y monoglósicas, atravesadas además por todas las tensiones sociales y económicas del orden neoliberal. A reflexionar sobre esos discursos de gestión del multilingüismo dedicamos el quinto dossier del Anuario de Glotopolítica con una serie de textos que se aproximan críticamente a diversos discursos hegemónicos sobre el bilingüismo y el multilingüismo.
Abre el dossier un ensayo de Alexandre Duchêne, originalmente publicado en inglés y traducido para AGlo, en el que se reflexiona sobre la reivindicación del multilingüismo en el seno de la sociolingüística, disciplina desde la que se ha venido promoviendo la diversidad de lenguas como una cuestión de justicia social. Duchêne nos invita a leer el cambio de paradigma en los discursos sobre el multilingüismo (de su estigmatización a su celebración) situándolo en su contexto concreto de producción y entendiendo que las desigualdades socioeconómicas no pueden atajarse simplemente a través del reconocimiento de la diversidad lingüística. El autor propone que los y las sociolingüistas hagamos una reflexión crítica sobre nuestro papel en la reproducción de jerarquías de lenguas, hablantes y regímenes ideológicos (el multilingüismo incluido) y que combatamos la desigualdad promoviendo no solo un reconocimiento de las lenguas sino reclamando una redistribución justa de recursos materiales y simbólicos entre los y las hablantes.
Roberto Bein recoge la propuesta de Duchêne y la lleva a una reflexión sobre la gestión del plurilingüismo en contextos tanto nacionales como supranacionales. Por un lado, en el plano nacional, se pregunta por el destino de las lenguas de los pueblos originarios y aquellas traídas por la inmigración a Latinoamérica, enfatizando la diferente posición social de las personas cuyos repertorios multilingües incluyen dichas lenguas o, por el contrario, lenguas europeas de prestigio internacional. Por otro lado, Bein analiza el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, que dio lugar a diversas alianzas de integración regional, de entre las cuales el autor se centra en los casos de la Unión Europea y el Mercosur, particularmente en las diferentes políticas lingüísticas de ambas entidades. Finalmente, Bein ofrece una rica reflexión sobre cambios materiales recientes que afectan a la gestión de las lenguas en el mundo global y a nuestra conceptualización del plurilingüismo (entre ellos, el desarrollo de la tecnología de la traducción, la acumulación extrema de riqueza en manos de unos pocos, el avance de la ultraderecha y la erosión de valores de justicia social y solidaridad).
Nélida Murguía describe los desafíos lingüísticos de la comunidad senegalesa en la Argentina, una comunidad transnacional con una presencia significativa pero relativamente reciente en el país sudamericano. La comunidad, ubicada en la economía popular (sobre todo, la venta ambulante) se caracteriza por su multilingüismo dinámico, con varias lenguas étnicas (entre ellas el wolof es la más hablada), el árabe como lengua religiosa, el francés como lengua de colonización y, finalmente, otras lenguas producto de la circulación transnacional (español, portugués, entre otras). Los repertorios plurilingües y heteroglósicos de la comunidad chocan con la supremacía del estándar (y la alfabetización) en Argentina. Murguía reflexiona sobre las desigualdades materiales y simbólicas implicadas en el acceso desigual al español estándar (por ejemplo, en la interacción con la policía o la administración), así como en las estrategias que tanto desde la comunidad como desde el Estado se ofrecen (fundamentalmente en forma de cursos de lengua española) a los desafíos de los senegaleses en Argentina.
Fernanda Beigel parte de las desigualdades que el avance del inglés como lengua de producción y publicación científica imponen a la comunidad académica, en especial a los y las más vulnerables; un tema que viene siendo objeto de diversas reflexiones y posicionamientos críticos entre investigadores e investigadoras de varias disciplinas y procedencias geográficas. En el ámbito latinoamericano en particular, Beigel señala un creciente peso del inglés en la producción científica y alerta, por un lado, de la brecha de género y clase que abre el acceso desigual al capital lingüístico transnacional, y por otro, de la práctica nociva de basar las contrataciones y promociones del personal universitario en rankings con un fuerte sesgo hacia las publicaciones en inglés. El trabajo de Beigel señala, sin embargo, que la observación empírica y global de las prácticas de publicación en la comunidad académica latinoamericana da cuenta de una alentadora bibliodiversidad (con sistemas de indexación propios, una floreciente infraestructura de ciencia abierta y una sólida tradición de libros publicados en español), que podría ser la base de políticas que fomentasen el multilingüismo.
Cierra este mosaico de aproximaciones críticas a discursos hegemónicos sobre el multilingüismo Ofelia García con un recuento genealógico de la educación bilingüe en los Estados Unidos. La autora parte del contexto histórico en el que surge la educación bilingüe como parte de las reivindicaciones de las comunidades chicanas y puertorriqueñas en una coyuntura de lucha por los derechos civiles. A partir de ahí García señala las manipulaciones del entramado industrial-educativo para despolitizar la educación bilingüe, para desmovilizar a las comunidades que la reclamaban como llave del ascenso social de lxs latinxs y para, finalmente, convertir la educación bilingüe en un mecanismo más de subyugación de esa población (primero enfatizando la primacía de un inglés «nativo» que se le negaba a lxs latinxs y, más recientemente, mediante programas duales que silencian su bilingüismo dinámico y lxs convierte en subsidiarios del aprendizaje de los niños blancos). García concluye proponiendo que abramos espacios para el translanguaging en la escuela no solo para visibilizar y valorar el bilingüismo dinámico de los niños y las niñas sino también para problematizar la conceptualización monoglósica de las instituciones educativas y sus efectos en las comunidades minorizadas.