Con ponentes de las 14 nacionalidades del Ecuador se desarrolló el Primer Congreso Internacional Educación ‘Lenguas Indígenas, Territorios del Saber e Interculturalidad’, LITSI, en la Universidad Nacional de Educación, UNAE.
El evento, que se cumplió entre martes y miércoles, contó con 12 mesas de trabajo en las cuales participaron expositores nacionales e internacionales.
Al final se firmó un manifiesto en dos sentidos: apelar a Naciones Unidas para que se apruebe el decenio de las lenguas y derechos de los pueblos indígenas del mundo y demandar el compromiso de los Estados en el diseño de políticas y presupuesto para revitalizar las lenguas ancestrales.
El Congreso se desarrolló en el marco de la declaratoria del 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas, que instauró la ONU con el fin de llamar la atención sobre su pérdida y la necesidad de conservarlos y revitalizarlos.
Germán Flores, director de la Carrera de Educación Intercultural Bilingüe de la UNAE, señaló que se cumplió uno de los objetivos del Congreso: que las conferencias sean dictadas en el idioma de los ponentes y que sean escuchadas por todos los participantes.
“Tuvimos asistencia de todas las provincias del Ecuador y esto nos da una medida del alcance del Congreso y la preocupación en torno a las lenguas indígenas de los pueblos y nacionalidades”, indicó Flores.
En este contexto se abordó la importancia de promover y potencializar el aprendizaje de los idiomas ancestrales que “corren el riesgo de desaparecer”, si no se toman acciones emergentes con políticas claras de inclusión en los ámbitos académico, social y con responsabilidad desde los gobiernos parroquiales hasta el Gobierno Nacional.
Las lenguas ancestrales de Ecuador son el awapit, achuar chicham, cha’palaa, a’ingae, siapedee, baaikoka, paaikoka, shuar chicham, tsa’fiki, wao tededo, andwa y kichwa. El Ministerio de Educación, estima que cuatro de cada 10 indígenas no hablan su idioma materno.
Las nacionalidades con mayor número de habitantes son la kichwa, con 724.000 personas y la shuar con 79.000. Mientras que la sápara y la épera tienen menos de 200 hablantes.
Pese a que los kichwa-hablantes representan la mayor cifra, Flores no descartó que en dos generaciones este idioma desaparezca si no se toman acciones para potencializarlo.
Señaló que también se acordó conformar una red de investigación que incluya a Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia para el intercambio de conocimientos a fin de potenciar las lenguas indígenas. Para enero próximo se prevé formalizar la red de cooperación que será de cooperación entre la Academia y las instituciones publicas y privadas. (F)
“Pesa mucho lo que se ha establecido sobre el castellano”
Luis Montaluisa, docente de las asignaturas de Semiótica y Lingüística de la Universidad Politécnica Salesiana, UPS Ecuador, enfatizó que la Educación tiene que hacerse con dos ciencias: la occidental e indígena en igualdad de condiciones. En su intervención en el Congreso señaló que “pesa mucho lo que la Educación tradicional ha venido estableciendo, sobre que el Castellano es una lengua superior, dejando a las lenguas indígenas en un segundo plano”. Aseguró que para modificar esto se requiere un cambio de paradigma de toda la sociedad, comenzando desde los académicos.
El Congreso de Lenguas se desarrolló con el Consejo Nacional para la Igualdad para Pueblos y Nacionalidades, la Secretaría de Educación Intercultural Bilingüe, el Ministerio de Educación, la Senescyt, la Universidad de Cuenca, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Ecuador), la CONAIE, UNESCO y la UNICEF. Participaron ponentes internacionales, así como docentes locales, estudiantes y actores externos interesados. (F)
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