Artículos

IDEOLOGÍAS LINGÜÍSTICAS: DESCAPITALIZACIÓN FANONIANA DE LOS ANDALUCES

Nueva Revista del Pacífico

LINGUISTIC IDEOLOGIES: ANDALUSIANS FANONIAN DECAPITALIZATION

Ígor Rodríguez-Iglesias*

*Universidad de Huelva
igor.rodriguez@dfesp.uhu.es

Resumen:
En este trabajo, se presenta la relación de fuerzas del mercado lingüístico de Bourdieu en el marco de la dicotomíazonas del ser/zonas del no-ser de F. Fanon. A partir de un estudio etnografico sobre descapitalización de hablantes andaluces, se relaciona toda una ideologíalingüística con una jerarquíaglobal de inferiorizacion, en la que la lengua es un marcador. De este modo, la desvalorización de la variedad linginstica de un grupo por parte de otro grupo se explica a partir de una ideologíade dominación con bases históricas y no como un hecho aislado, producto de las caracteristicas inherentes de la variedad y el grupo inferiorizados y desvalorizados.

Palabras clave: mercado lingüístico, descapitalizacion, inferiorizacion, Andalucía, dominación.


Abstract

This paper deals with Bourdieu’s relations of power (linguistic market) and Fanon’s Zone of Being and non-Being. The article is based on recent ethnographic sociolinguistic research in Andalusia, south of Spain. In this paper, I explore ways in which the decapitalisation of Andalusian speakers is part of a global hierarchisation of inferiorization. In this way, the language is a marker. A group’s devalued variety of language in the linguistic market is explained as ideology of domination with historical basis. Therefore, it is not a product of features of the no-legitimate language.

Key
words: linguistic market, decapitalisation, inferiorization, Andalusia, domination.


1. Introducción

El artículo que aquí se presenta versa sobre la discriminación lingüística, sobre los prejuicios lingüísticos. Si existe prejuicio y/o discriminación es porque los agentes sociales que conforman los grupos otorgan un valor, en relación con un mercado, a toda producción lingüística (Bourdieu, 2008: 50), por lo que el prejuicio y la discrimination, en relaciones de dominacion, no son sino dos de sus consecuencias habituales, aunque extremas.

Este artículo presenta un analisis de la lógica jerarquizante a que responden tales prácticas sociales (incluidas las discursivas) y lo hace desde tres perspectivas totalmente complementarias: el área de conocimiento de las ideologías lingüísticas (aportación de la AntropologíaLingüística norteamericana), la Sociolingüística crítica y el giro decolonial, aportación crítica de diversos pensadores de campos diversos de Latinoamerica. En la ultima parte del artículo se presenta una discusión a partir de una etnografíarealizada con hablantes andaluces, cuyas experiencias dan cuenta de su descapitalización como hablantes en campos simbólicos donde la palabra es pertinente, especialmente el mediatico (y otros, como el educativo, donde la descapitalización se manifiesta de una forma mas implicita).

2. Las etiquetas ideologías lingüísticas, descapitalización y hablante andaluz


La etiqueta ideologías lingüísticas, asi en plural, nos remite a dos cuestiones: por un lado, al «área de investigation» (Woolard 15) que surge en la antropologíalingüística norteamericana, que se desarrolla independientemente de una lingüística ‘disidente’ o «protestante» (Joseph y Taylor 2), una lingüística crítica, en definitiva. De otro lado, la etiqueta ideologías lingüísticas apela a las representaciones, explicitas o no, que «interpretan la relación entre la lengua y los seres humanos en el mundo social» (Woolard 19). Existen, no obstante, diversas concepciones acerca de que son las ideologías lingüísticas (Woolard y Schieffelin 57):

• Con énfasis en la estructura lingüística: «Sets of beliefs about language articulated by users as a rationalization or justification of perceived language structure and use» (M. Silverstein).

• Con énfasis en lo social: «Self-evident ideas and objectives a group holds concerning roles of language in the social experiences of members as they contribute to the expression of the group» (S. B. Heath). Y «the cultural system of ideas about social and linguistic relationships, together with their loading of moral and political interests» (J. Irvine).

• Una definición general: «Shared bodies of common sense notions about the nature of language in the world» (A. Rumsey).

El área de las ideologías lingüísticas abarca tres líneas de reflexión académicas (Woolard 20): Antropología lingüística, Sociolingüística (crítica) y sociologíadel lenguaje, y Estudios criticos de los discursos, incluidos los de la propia lingüística (y la filologia).

La otra etiqueta, descapitalizacion, hace referencia a los hablantes, a la manera en que su capital simbólico es desprovisto de la legitimidad ostentada con relación a un mercado. Tomamos este termino del trabajo desarrollado por L. Martin Rojo y sus colaboradores del grupo MIRCo, en centros escolares en la Comunidad de Madrid, en el ambito de la sociolingüística etnografica crítica (vease Martin Rojo, Constructing 57)2.

Se podria decir que nuestro trabajo pivota sobre estas tres líneas: 1) parte de entender como los grupos sociales tienen diversas ideologías lingüísticas, esto es, portan conjuntos de representaciones sobre el lenguaje, los hablantes y sus prácticas discursivas (Irvine); 2) asume que «toda la estructura social esta presente en cada interacción (y, a traves, de ella en el discurso)» (Bourdieu, Significa 50-51), «les produccions discursives com el proces mateix d’estructuracio de la societat (i no la manifestacio d’unes estructures o sistema)» (Pujolar 13)3, que «el usos lingüístics contribueixen a reproduir i a transformar les relacions socials i, especialment, les relacions de desigualtat entre grups socials definits per criteris de repertori linguistic, classe social, genere, sexualitat, edat, religio, raca o etnicitat» (Pujolar 5), y que «las relaciones de comunicación por excelencia, los intercambios lingüísticos, son tambien relaciones de poder simbólico en las que se actualizan las relaciones de fuerza entre los locutores o sus respectivos grupos» (Bourdieu, Significa 11-12); y 3) atribuye o imputa a los estudios de las lenguas y las ciencias del lenguaje su alta contribucion, no exclusiva, a la misma ideologización de los conceptos con que se opera tecnicamente y que se ponen a disposición de la sociedad, a traves de una institución social de primer orden: la escuela (Bourdieu y Passeron, Herederos 54; Swartz, Culture 189). Una crítica, pues, a y desde las ciencias sociales, a su propia historiografíay al propio objeto. Nuestro trabajo forma parte del conjunto de estudios criticos del discurso, si tenemos en cuenta que «los Estudios del Discurso podran definirse mas especificamente como «criticos» si satisfacen uno o varios de los siguientes criterios, en los cuales «dominacion» significa «abuso del poder social por parte de un grupo social»:

• Las relaciones de dominación se estudian primariamente desde la perspectiva del interes del grupo dominado y a favor de este.

• Las experiencias de (los miembros de) los grupos dominados se emplean ademas como prueba para evaluar el discurso dominante.

• El estudio puede mostrar que las acciones discursivas del grupo dominante son ilegitimas.

• Pueden formularse alternativas a los discursos dominantes que coinciden con los intereses de los grupos dominados» (van Dijk, Discurso 26).

Hay un tercer elemento: los andaluces y las andaluzas. Tenemos ante nosotros a agentes sociales, miembros de un grupo definido cultural y lingüísticamente -históricamente, en definitiva-, que lo es como tal, y, a la vez, agentes con un(os) capital(es) simbólico(s) lingüístico(s) (variedad andaluza) caracterizado(s). No se trata tanto de que intralingüísticamente este grupo tenga eso que se da en llamar «nivelacion», asociado a un tipo de ideologíalingüística especifica y que tanto ha ocupado a estudiosos del lenguaje y la lengua en Andalucía -sirva como ejemplo Carbonero, Estudios, 31-45-, sino de como otro grupo externo (dominante) construye una representación sobre este grupo andaluz (ya veremos por que su situación es de dominado). Esta construcción implica que el grupo dominante desvaloriza los capitales simbólicos del otro grupo, dominado, a partir de sobrevalorar sus propios capitales.

La noción de «speech community» es abandonada en la sociolingüística actual (Blommaert y Rampton, 5-6). Aqui hablamos de grupos, por su operatividad y por alejarnos de aquel concepto problematico hoy. Este manejo de grupo como herramienta conceptual esta mas vinculado a la dicotomíadominante/dominado que a la idealización a la que remite aquel termino que los primeros sociolingüístas usaron en los albores de la disciplina. Mas adelante se discute esta cuestion. Por ahora, en nuestro estudio, grupo dominado es identificado con los y las hablantes andaluces y andaluzas en general, y grupo dominante con los grupos vinculados a las estructuras de dominio politico, social, economico, etc. en España. No se trata, pues, de una cuestión geografica, sino simbolica, aunque suele manifestarse en espacios geograficamente localizados: los territorios donde el grupo dominante se distribuye poblacionalmente. Como veremos, el centro y norte peninsular de España.

3. Relación de fuerzas entre grupos. Zonas del ser y zonas del no-ser y línea abismal

3.1 Grupos dominantes/grupos dominados

Estos grupos, dominante y dominado, estan definidos en función de sus capitales lingüísticos, como conjunto de bienes que adquieren su valor con relación a un mercado (Bourdieu, Mercado 147). Y es aqui donde entra en juego la relación de fuerzas: ¿qué capital es el que impone los precios? o, dicho de otro modo, ¿qué capital tiene mayor valor? Esos capitales lingüísticos son recursos simbólicos que se definen en términos de representaciones socialmente compartidas por el intragrupo y que definen su valor social (cf. van Dijk, Ideología 183).

Estos grupos se posicionan entre si y, en función de sus intereses, se defienden o legitiman contra otros (van Dijk, Ideologia 205). «La posición y las relaciones de grupo son la contrapartida social mas directa de las estructuras ideológicas, como es obvio en la conocidapolarizacion entre el propio grupo y los otros» (ibid.). La exclusión de otros «define el abuso de poder y la dominacion» (van Dijk, Ideologia 206). Indica T. van Dijk que «las relaciones intergrupales son por lo general fundamentales en el desarrollo y sostenimiento de las ideologías y, a la inversa […] las ideologías son la base de las prácticas sociales que implementa tales relaciones de grupo» (van Dijk, Ideologia 217). «Grupos de diverso tipo [pues] (incluyendo aqui las clases) desarrollan ideologías de grupo, y lo hacen especialmente en estructuras sociales caracterizadas por el conflicto, la competencia y la dominacion. […] si existen ‘clases dominantes’, estas tambien tendran sus propias ideologías» (van Dijk, Ideologia 227).

En el mercado lingüístico, descrito por Bourdieu (Mercado y Significa), se ponen de manifiesto relaciones de dominacion, señaladas por Foucault (Defender, 45), tanto entre los propios grupos como entre sus miembros (Defender, 32), siempre en atención a la estructura social presente en el discurso y en la relación objetiva entre grupos con capitales lingüísticos diferentes, que subyace a la relación entre dos hablantes cualesquiera (Bourdieu, Significa 50-51).

La relación siempre es entre grupos de hablantes o sus miembros (Bourdieu, Significa 51), nunca entre las lenguas, pues estas no tienen existencia ontológica y no pueden per se mantener una relacion. La metafora (relación entre lenguas) no deja de ser una trampa4. El contacto lingüístico es contacto entre grupos humanos y aunque R. E. Hamel (Hamel, 65) abogue por mantener «viva la metafora» siempre que se siga «guardando en mente la relación entre sujetos sociales y lenguas», considero que es momento de abandonar las metaforas, pues esa relación no siempre se guarda en mente. La relación de dominación la ejerce un grupo sobre otro, no una lengua. Ademas, el concepto de lengua para la sociolingüística y la lingüística críticas actuales esta tan obsoleto como el de comunidad de habla, que veiamos antes (Blommaert y Rampton, 5­6) y que mas adelante discutimos.

El foco de atención lo ponemos aqui sobre la relación entre grupos: grupo A frente a grupo B. Lo haremos con breves apuntes etnográficos, que suponen una particularización de la generalidad que, en términos operativos, nos es útil.

Aunque los rasgos del grupo descapitalizado esten asociados a lo que la lingüística llama ‘diatópico’, en terminologíade Flydal (Cit. en Coseriu, 298), no se trata de una relación de fuerzas de grupos geograficos, sino de un grupo definido lingüísticamente con adscripción geografica en conflicto frente a un grupo dominante, no necesariamente situado geograficamente, pero si politica e históricamente, y sujetos que reproducen las prácticas del grupo dominante en relación con el grupo o los grupos dominados, aun perteneciendo a estos, por los motivos que concurran (bien porque se identifiquen, bien porque hayan sido adiestrados en este sentido, etc. -la primera razon, ademas, implica la segunda-). Es, pues, una dominación simbolica de lo que hablamos, que siempre «implica, por parte de los que la sufren, una especie de complicidad que no es sumisión pasiva a una norma externa ni adhesión libre a valores» (Bourdieu, Significa 29). La escuela (todos los niveles, incluyendo el superior) juega un papel fundamental en esta cuestion.

Como ya ha sido adelantado, nuestro grupo no-dominante en esta relación de fuerzas y definido geograficamente es el andaluz. El dominante es definido en términos simbólicos mas que geograficos, aunque se localice espacialmente, y es aquel cuyos capitales simbólicos lingüísticos corresponden o se acercan a la variedad castellana, legitimada por las diferentes instituciones sociales de dominacion, como discutiremos. Toda relación de fuerzas en un esquema de dominacion, de desigualdad, que define y actualiza las relaciones del sistema-mundo (Wallerstein, Andlisis 136 y Despues 29)5 y los grupos (Bourdieu, Significa 12), supone una jerarquíade superioridad e inferioridad, de minorizacion, de inferiorización y de legitimación por parte de determinados grupos (Grosfoguel, Racismo 93), lo que se ha simplificado, a efectos operativos, entre grupos dominantes/grupos dominados (van Dijk, Discurso 25).

3.2 Zonas del ser y del no-ser. Línea abismal

B. de Sousa Santos indica que
La epistemologia occidental dominante fue construida a partir de las necesidades de la dominación capitalista y colonial y se asienta en lo que designo pensamiento abismal. Este pensamiento opera por la definición unilateral de líneas radicales que dividen las experiencias, los actores y los saberes sociales entre los que son visibles, inteligentes o útiles (los que quedan de este lado de la línea) y los que son invisibles, ininteligibles, olvidados o peligrosos (los que quedan del otro lado de la línea). Asi, la realidad social es dividida en dos universos, el universo de «este lado de la línea» y el universo del «otro lado de la línea» (De Sousa Santos, Descolonizar 8).

Esta lógica define muy bien lo que el grupo dominante impone a traves de todo su cuerpo de juristas del lenguaje (escuela, gramaticos, medios de comunicacion, etc.): una lengua legitimada a la que atenerse y que capitaliza a los sujetos que tienen acceso a todas las caracteristicas que este sistema impone como legitimos, desechando arbitrariamente (en el sentido de que no hay un causa objetiva) el resto de capitales lingüísticos (y simbólicos, en general), lo que da lugar a la discriminacion, producto de este sistema de valores sobre el que se construye y se ha construido la epistemologia occidental y occidentalizada6.

Es una característica muy propia de esa lógica que ha construido un conjunto de «aparatos disciplinarios [que] jerarquizan los unos con relación a los otros» (Foucault, Vigilar 186), lógica que para Dussel arranca en 1492 (Encubrimiento) y Grosfoguel (Racismo 50) remonta a la conquista castellana de Al Andalus.

La línea abismal es la que dividira estos dos universos, no solo a efectos claros de «esclavitud», en el mundo colonial, y «clases sociales», en la Europa preindustrial e industrial, sino a efectos epistemicos. La denuncia que hace J. C. Moreno Cabrera cuando dice que existe en determinados filologos y lingüístas una «anteposición de la ideologíaa la ciencia» (Nacionalismo 186) esta totalmente vinculada con esto, aunque no tal como lo plantea, pues la ciencia comporta una/s ideologia/s. El problema es todo el sistema sobre el que esta construido el conocimiento (vease Dussel Politica), que, ademas de comportar una «herencia colonial», refuerza la hegemonia del Norte global, como señala Lander (Conocimiento 53). De ahi, las propuestas para deconstruir el conocimiento occidental y occidentalizado, para repensarlo, incluyendo otras epistemologías, no solo localizadas geograficamente, sino tambien social (otros grupos), etnica (otras culturas) o sexualmente (feminismo): Boaventura de Sousa Santos (Descolonizar), Enrique Dussel (Filosofia), Ramon Grosfoguel (Concepto), Nelson Maldonado-Torres (Coloniality), Yuderkis Espinosa, Diana Gomez y Karina Ochoa (Tejiendo) o Silvia Rivera Cusicanqui (Violencias) son buenos ejemplos de esto.

F. Fanon, desde su posición de «colonizado» y «negro» de la colonia frente a la Francia del blanco de la metropoli, tuvo el acierto de anticipar, a mediados del siglo XX, los dos lados de la línea abismal: la zonas del ser y el no-ser, en relación al racismo, la esclavitud y los pueblos colonizados. Sin embargo, como advierte, R. Grosfoguel (Racismo 94): «Para Fanon, ninguna de estas zonas es homogenea. Ambas zonas son espacios heterogeneos. Dentro de la zona del ser existen conflictos continuos entre lo que en la filosofíahegeliana se caracteriza como la dialectica del «Yo» y el «Otro»», lo que indica que las zonas del ser estan vinculadas a lo que llama Dussel (Filosofia 201) «clases opresoras», siendo el resto zonas del no-ser, las «clases populares» (ibid.), los grupos dominados, que hemos llamado asi desde el inicio y que no estan situados geograficamente en si.

Quiere decir esto que no se trata de una relación de fuerzas la que se nos plantea en nuestro estudio entre el centro-norte peninsular (español) geograficos y la Andalucía geografica, sino entre el centro y el norte peninsulares simbólicos y la Andalucía simbolica, que se actualiza tanto con relación a lo geografico como a lo social. Esclarecedor sera tener en cuenta que

Desde 1873 no existíaya en Andalucía, ni ha existido mas tarde, ningun sector de la burguesíacuyos intereses fueran en determinados momentos contradictorios con los defendidos por la oligarquíacentralista, cosa que si ha sucedido en ocasiones en Cataluna y otros lugares (Moreno, Identidad 40).

Las zonas del ser corresponden con esos grupos burgueses, oligarquicos, y las del no-ser con el resto de la poblacion, o si se prefiere, la línea abismal se situa entre estos grupos, con la advertencia que haciamos mas arriba de aquella complicidad no consciente por parte de los situados debajo de la línea. Esto no quiere decir que la lengua de las clases populares de Madrid o Castilla este sometida a un proceso de ilegitimación y desvalorización respecto del mercado lingüístico en el que opera. Si lo es con Andalucía es porque hay todo un trasfondo historico y filosofico-ontologico producto de la experiencia, de prácticas sociales perpetradas desde y a traves de la inferiorización del otro, de su persecución y sometimiento y hasta su expulsion, no solo geografica, sino tambien ontológica. Grosfoguel (Racismo) identifica estas experiencias en la misma conquista castellana de Al Andalus: «La práctica de limpieza etnica del territorio andalusi produjo un genocidio fisico y cultural contra musulmanes y judíos.Los judíos y musulmanes que se quedaron en el territorio fueron asesinados (genocidio fisico) o forzados a convertirse al cristianismo (genocidio cultural)» (Grosfoguel, Racismo 39). Estas prácticas han seguido vigentes en el siglo XX, explicitas -como ya apuntamos en en otro lugar (Rodriguez Iglesias, Hybris 100)- durante la guerra que siguio al golpe militar de 1936 en España y la dictadura fascista que le continuo. Asi lo apunta el historiador G. Jackson:

El contraste entre la conducta militar en Andalucía y el Norte reflejaba sentimientos raciales muy profundos. En efecto, no es raro que españoles de las ideologías mas diversas se refieran a los andaluces como gentes inferiores. (…) En Andalucía, los oficiales de carrera a menudo se comportaron como si estuvieran dedicados a una operación de exterminio quimico. En el Norte miraban a sus enemigos como seres humanos. (Jackson, 248).

El filósofo español Ortega y Gasset publica antes su Teoríade Andalucía, que no son mas que dos artículos en un diario madrileno en la decada de 1920. Desde Madrid, desconocedor de la experiencia del ser andaluz, en Ortega se concentra una ontologíadel ser y del no-ser, este último el/la andaluz/a. Ni que decir tiene que todo lo que sigue son falacias sin fundamento:

«el andaluz lleva unos cuatro mil anos de holgazan y no le va mal. […] la holgazanería[… ] ha hecho posible la deleitable y perenne vida andaluza. [.]. la famosa holgazaneríaandaluza es precisamente la formula de su cultura. [.] en vez de esforzarse para vivir, vive para no esforzarse, hace de la evitación del esfuerzo principio de su existencia. [.] Podra en el andaluz ser la pereza tambien un defecto y un vicio; pero, antes que vicio y defecto, es nada menos que su ideal de existencia. [.]. la pereza como ideal y como estilo de cultura. [.] su pereza no excluye por completo la labor, sino que es mas bien el sentido y el aire que adopta su trabajo. Es un trabajo inspirado por la pereza y dirigido hacia ella, que tiende, por tanto a ser en todo orden el minimo, como si se avergonzase de si mismo. […] Reduce al minimo la reactión sobre el medio porque no ambiciona mas y vive sumergido en la atmosfera como un vegetal. […] la existencia de la planta se diferencia de la animal en que aquella no reacciona sobre el contorno. Es pasiva al medio. [.] Diriase que en la vida andaluza, la fiesta, el domingo, rezuma sobre el resto de la semana e impregna de festividad y dorado reposo los dias laborales. [.] El andaluz tiene un sentido vegetal de la existencia» (Ortega y Gasset, 109-113).

Ortega y Gasset no constituye un caso aislado. Su texto forma parte ya de una narrativa bien asentada en las decadas que le preceden. El historiador Salvador Cruz Artacho indica: «Atraso agrario, miseria, hambre, analfabetismo o incultura constituian tan solo algunos de los calificativos reiterados en muchos de los ejercicios de teorización sobre el ser y la condición de Andalucía que se materializaron en el cambio del siglo XIX al siglo XX» (Cruz 11), cuyo precedente teorizador lo constituye el conjunto de asertos de los romanticos alemanes en términos similares (ibid.).

Esta desvalorización llega a nuestros dias. No son pocas las declaraciones publicas de politicos foraneos del resto de España que traslucen esta ideologíainferiorizadora y referida a la lengua. Valgan aqui dos ejemplos:

• «Tiene un problema esta buena mujer y es que tiene un acento que parece un chiste, tiene un problema de comunicacion, que se aturulla y hace un lio [.]. Yo que algunas veces cuando llamo a Cordoba y oigo desde algun hotel que me contestan y no acabo de entender, porque si no estas avezado en hablar en andaluz normalmente pues te cuesta, imaginate cuando ademas el problema es de comunicación siendo andaluza». Lo dijo en 2009 en una entrevista de radio la entonces diputada del Parlament catalan Monserrat Nebrera, del PP (a los pocos meses fue obligada a dimitir y abandono ese partido), profesora de Derecho Constitucional en la Universitat Internacional de Catalunya, en referencia a la exministra andaluza Magdalena Alvarez, del entonces gobierno de Jose Luis Rodriguez Zapatero (PSOE).

• «Es floja, le falta cuajo y su acento la hace mas apta para Dos Hermanas o Velez-Malaga». Lo dijo el portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid, el parlamento regional de la Comunidad autónoma de Madrid, Juan Soler. Fue en 2010 y se referíaa una exministra andaluza del citado Gobierno del PSOE. Dos Hermanas es una localidad de la provincia de Sevilla y Velez-Malaga otra población de la provincia de Malaga. Ambas provincias conforman, junto a otras seis, la Comunidad autónoma de Andalucía.

Nuestra tesis se apoya en este pilar: de las citadas experiencias inferiorizadoras a lo largo de todo el periodo de la modernidad se derivan determinadas ideologías. Sin embargo, para que se den determinadas experiencias, estas han de estar sustentadas por ideologías previas, productos de otras experiencias precedentes, que es a lo que apunta Grosfoguel (Racismo). Es por ello que discrepamos de Woolard en este punto. La antropologa lingüística norteamericana sostiene que «las ideas acerca de lo que es o no una lengua ‘real’ han influido en las trascendentes decisiones tomadas sobre la civilidad e incluso humanidad de los otros, en particular sobre los sujetos de la dominación colonial en las Americas y mas alla» (Woolard, Ideologías 39). Sostenemos, con Dussel (Encubrimiento) y Grosfoguel (Racismo), exactamente lo contrario: las decisiones tomadas sobre la civilidad e incluso humanidad de la otredad han influido sobre las ideas acerca de lo que es o no una lengua ‘real’. Sobre la humanidad misma de otros pueblos se pregunta Fernández de Oviedo al poner un pie en lo que llamamos desde entonces America: «¿Son hombres los indios?» (Dussel, Filosofia 15) y no le preceden consideraciones acerca de sus lenguas. Su precedente inmediato es el propio Colón, que en su Diario de a bordo escribe: «Me parecio que ninguna secta tenian» (Colón, 93), en referencia a los habitantes del Caribe y al hecho de que, segun el navegante italiano, carecian de religion. «Referirse a los indigenas como sujetos sin religión los saca aparte de la categoríade lo humano», segun el filósofo puertorriqueno Nelson Maldonado-Torres (Cit. en Grosfoguel, Racismo 89).

Esta ontología de seres autosuperiorizados y de seres inferiorizados constituye el «exceso ontologico» del que habla el antropólogo colombiano Arturo Escobar, «que ocurre cuando seres particulares se imponen sobre otros» (Escobar 35). Este exceso ontologico precede a 1492, como apunta Grosfoguel (Racismo), y dara lugar tanto a prácticas de violencia en ambas orillas del Atlantico desde el siglo XVI y a teorizaciones sobre la otredad, incluidas las ideologías lingüísticas acerca de estos grupos, ahora inferiorizados. Los judíos y musulmanes son perseguidos, expulsados u obligados a convertirse al cristianismo. E incluso los descendientes de los convertidos fueron expulsados definitivamente a principios del siglo XVII. Sin embargo, no todos se fueron. El historiador Enrique Soria Mesa ha demostrado que «A pesar de todas las expulsiones decretadas por la Corona, cientos o miles de familias moriscas se quedaron en tierras granadinas. A partir de 1614 y hasta 1727 este conjunto poblacional paso prácticamente inadvertido, escapando a cualquier control eclesiastico o civil, y desapareciendo de la documentación como por arte de magia. Se ocultaron casi del todo» (Soria Mesa 229).

Sobre la lengua, ya en el siglo XVI hay prohibiciones explicitas respecto del uso del arabe en Andalucía, cuyos territorios han sido conquistados por los castellanos cristianos desde el siglo XIII al XV, periodo de prácticas etnocidas (Grosfoguel, Racismo 39-40). Un ejemplo de prohibición lingüística lo constituye la orden de Felipe II a traves de la Pragmática y declaracidn sobre los moriscos esclavos que fueron tomados en el Reyno de Granada y la orden que con ellos se ha de tener, publicada en 1573, donde se puede leer: «Prohibimos y defendemos que los dichos moriscos no puedan tener ni leer libros ni otras escrituras en lengua arabiga» (se da opción a que «se traduzcan en lengua castellana» las escrituras que «tocasen a su hacienda» (10), asi como «prohibimos y defendemos que los dichos moriscos, alli hombres como mujeres, no puedan hablar ni hablen en lengua arabiga en sus casas ni fuera de ellas, ni escribir cartas memorias, ni otra cosa alguna en la dicha lengua». Las penas son explicitas: la primera condena conllevaba 30 dias de carcel; la segunda, 60 dias; la tercera, cien azotes y cuatro anos al remo en las galeras (11).

Las burlas a judíos y cristianos son muchas en la literatura del llamado Siglo de Oro español: «Ya desde el siglo XV aparecen parodias satiricas del habla de los moros, cuya continuación comica y burlesca desarrollaran con brillantez Lope de Rueda, Quevedo, Gongora o Lope de Vega» (Fanjul 66).

Durante el siglo XVI, las anotaciones sobre el castellano de los andaluces ya apuntan en la dirección de la desviacion, por notar una diferencia respecto de las hablas de Castilla. Por ejemplo, el humanista extremeno Benito Arias Montano explica en 1592 diversos fenomenos foneticos constitutivos del andaluz por causa de «la negligencia e incuria o del vicio de la gente, y de la indulgencia de las madres» («gentis vel negligentia et incuria, vel vitio et matrum indulgentia natum») (Arias Montano 495).

En 1535, el humanista manchego Juan Valdés críticaba en su Dialogo de la Lengua a al gramatico andaluz Antonio de Nebrija de esta forma, relacionando su «tan poco cuidado» en su Vocabulario de 1494 por ser andaluz que resulta en «burla»:

¿Por que quereis que me contente? ¿Vos no veis que, aunque Librija era muy docto en la lengua latina, que esto nadie se lo puede quitar, al fin no se puede negar que era andaluz, y no castellano, y que escribio aquel su Vocabulario con tan poco cuidado que parece haberlo escrito por burla? Si ya no quereis decir que hombres envidiosos, por afrentar al autor, han gastado el libro (Valdés, Diálogo).

Para Valdés la lengua en Andalucía no es «tan pura» como en Castilla:

En que, dejando aparte la ortografia, en la cual muchas veces peca en la declaración que hace de los vocablos castellanos, en los latinos se engana tantas veces que sois forzado a creer una de dos cosas: o que no entendia la verdadera significación del latin (y esta es la que yo menos creo) o que no alcanzaba la del castellano, y esta podria ser, porque el era de Andalucía, donde la lengua no esta muy pura.

A lo largo de la obra, Valdés vuelve a referirse a Nebrija (Librija en su texto) en similares términos: «No me alegueis otra vez para la lengua castellana el autoridad de Librija andaluz, que me hareis perder la paciencia» y «ya tornais a vuestro Librija. ¿No os tengo dicho que, como aquel hombre no era castellano, sino andaluz, hablaba y escribia como en Andalucía, y no como en Castilla?».

Las ideologías lingüísticas se construyen desde prácticas sociales especificas y, como ya hemos apuntado, retroalimentan prácticas similares, que a su vez alimentan estas y otras ideologías, como las referidas a la civilidad, sobre la que apuntaba Woolard (supra).

No hay que irse muy lejos para ver como las ideologías linguicidas tambien lo son etnocidas. No puede perderse de vista que las lenguas no tienen vida y su muerte no es mas que una metafora, que disfraza lo que realmente ocurre: la muerte de los pueblos, de las culturas. Desde la filologia Gregorio Salvador (Lenguas) y Manuel Alvar (Hombre) -figuras destacadas en los estudios lingüísticos en España- realizan todo tipo de asertos de inferiorización sobre otros pueblos. Para G. Salvador, «el problema de la situación en Mexico, tanto en Chiapas como en Oaxaca, es que hay todavia muchas lenguas» (p. 6), que, junto a las otras que no son las europeas expandidas por el colonialismo, considera «menores» (p. 8); se pregunta sobre «como van a ser todas las culturas iguales» (ibid.); sostiene que «el multilingüísmo planetario es una desgracia» (ibid.) y culpa de la desigualdad al uso de estas lenguas no europeas y no a las condiciones creadas por el colonialismo: «La gran desgracia del continente africano, la multiplicidad de lenguas, el multilingüísmo, que cada tribu hable su propia lengua» (p. 7). Manuel Alvar, por su parte, se refirio en estos términos a uno de los pueblos originarios de Abya Yala: «Si los yaguas se mantienen como yaguas es por un aislamiento del que deben salir, y deben salir para alcanzar dignidad humana» (Hombre 151), «porque un indigena sin mas conocimientos que los del mal cuidar un pedazo de tierra sera poco mas que cualquiera de aquellos animales con los que convive, pero tampoco tendra muchas mas apetencias».

Manuel Alvar se dedicó a la dialectologia y la geografia lingüística y es conocido por sus estudios del andaluz. Sorprenden sus aseveraciones en este sentido acerca del andaluz: «es un caos en efervescencia, que no ha logrado establecer la reordenación del sistema roto» (Alvar, Lengua 31) o «unas hablas como estas, muy diferenciadas de la lengua comun, sirven para acentuar el sentido dialectal de las gentes que las emplean; mas aun crean una autoafirmación de personalidad que les hace descuidar todo aquello que es dispar, y eso desde el catedratico de Universidad hasta el último bracero» (18). Este «caos», estas «hablas» no son lengua, no son «sistema» para Alvar porque, segun indica, «el andaluz esta desgajado de la lengua comun porque todas las amarras que formaban la unidad han ido saltando violentamente rotas» (31)7. Sorprenden estas aseveraciones respecto de los conceptos del estructuralismo lingüístico que solo maneja en su nomenclatura y no es sus fundamentos. No sorprende si se pone en relación con lo sostenido respecto de otros pueblos no dominantes del mundo.

Puede advertirse que no usamos conceptos tradicionales de la sociolingüística, como comunidad de hablantes, discutida por J. Blommaert y B. Rampton (Language), por ser deudora de conceptos en desuso en las ciencias sociales como nación o pueblo, incluido el propio concepto de lengua, que los procesos de globalización ponen cada vez mas en cuestión (Blommaert, Sociolingüístics 132). Los sociolingüístas vienen contestando a esta idealización, que no es capaz de conciliar con la diversidad lingüística, como ya habían puesto de relieve en 1982 Ferguson y en 1997 Leung, Harris y Rampton (Blommaert y Rampton, Language 6). Y no son los únicos:

Linguistics has traditionally privileged the structure of language, and treated language use as little more than a product/output generated by semantic, grammatical and phonological systems, which are themselves regarded either as mental structures or as sets of social conventions. But this commitment to system-in-language has been challenged by a lingüístics of communicative practice, rooted in a linguistic-anthropological tradition running from Sapir through Hymes and Gumperz to Hanks (1996), Verschueren (1999) and Agha (2007). (Blommaert y Rampton, Language 6-7).

A desinventar las lenguas (titulo del libro del que son editores) nos invitan Makoni y Pennycook (Disinventing), ya tratada como prácticas y como mecanismo de dominación por Fairclough (Language) (cf. Wodak Language).

Es, por ello, que desde nuestro marco teórico no trabajamos con el fin de determinar si tal o cual grupo tiene tal o cual característica lingüística, porque seria deudor de los enfoques tradicionales e inmanentistas y, mas que resolver los problemas sobre los que ponemos el foco, contribuirian a su expansión.

Por lo tanto, nuestra atención se centra en los grupos y, sobre todo, a partir de la línea que los separa o, mejor, en que ellos mismos se separan, no necesariamente de manera mutua. Por ello, partimos de las prácticas discursivas y las experiencias sociales para luego, a partir de las mismas, construir un aparato teoretico que nos permita afrontar tal problemática.

4. Ideología lingüística y mercado lingüístico

Es preciso tener en cuenta que «lo que circula en el mercado lingüístico no es la «lengua», sino discursos estilisticamente caracterizados» (Bourdieu, Significa 13), conformando un mosaico al que atenerse para la obtención de ganancias simbólicas.

Los discursos solo reciben su valor (y su sentido) en relación con un mercado, caracterizado por una ley de formación de precios especifica: el valor del discurso depende de la relación de fuerzas que se establece concretamente entre las competencias lingüísticas de locutores (Bourdieu, Significa 50).

Bourdieu (ibid.) explica que estas competencias lingüísticas son «capacidades de producción socialmente clasificadas» y como tales «caracterizan unidades de producción lingüística socialmente clasificadas». A su vez, son «capacidades de apropiación y apreciación [que] definen mercados tambien socialmente clasificados», contribuyendo «a determinar la ley de formación de precios en intercambios concretos», sometidos a una relación de fuerzas mayor, en ausencia, entre los grupos sociales, como indicamos más arriba.

Todo acto de habla, y en general toda action, es una coyuntura, una concomitancia de series causales independientes: por un lado, las disposiciones, elaboradas socialmente, del habitus lingüístico, que implica cierta propensión a hablar y a decir determinadas cosas (interes expresivo) y cierta capacidad de hablar definida al mismo tiempo como capacidad lingüística de producir infinitos discursos gramaticalmente conformes y como capacidad social que permite usar adecuadamente esta competencia en una situación determinada; por otro, las estructuras del mercado lingüístico que se imponen como un sistema de sanciones de censuras específicas (Bourdieu, Significa 12).

Se trata, pues de una relación entre habitus y el mercado (ibid.). Los habitus se definen como

sistemas de disposiciones duraderas y transponibles, estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir, en tanto que principios generadores y organizadores de prácticas y representaciones que pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la busqueda consciente de fines y el dominio expreso de las operaciones necesarias para conseguirlos, objetivamente ‘reguladas’ y ‘regulares’ sin ser para nada el producto de la obediencia a reglas, y siendo todo esto, objetivamente orquestadas sin ser el producto de la acción organizadora de un jefe de orquesta (Bourdieu, Sentido 92).

Como la cultura, son «formas especificas, socialmente sancionadas de hacer las cosas» (Bernandez, Significa 268), en este caso, en relación al lenguaje. En definitiva, como la polarización advertida mas arriba, entre el ser y el no-ser, entre lo que es, lo que se dice que es, y lo que no es o lo que se dice que no es o no puede ser, que caracteriza ontológicamente la filosofíagriega con Parmenides y cuyo sentido se descubre en Platon, Aristoteles, Epicuro y los estoicos (Dussel, Filosofia 17), la polarización que presenta el mercado lingüístico, imbuido de toda la estructura social, nos situa ante discursos legitimos (legitimados)/discursos ilegitimos (no legitimados), ante una lengua legitima y una lengua no legitima (cf. Bourdieu, Significa 20, 23, 33).

Las ideologías lingüísticas no son exclusivas de un grupo (Lippi-Green English), del grupo dominante, sino que atraviesan toda la estructura social y suponen representaciones socialmente compartidas sobre el lenguaje, sus usos, los hablantes y sus grupos, con relación a un mercado que queda definido, como hemos visto, segun la relación del habitus, los intercambios lingüísticos y los precios que adquieren los discursos que circulan en el. Las ideologías lingüísticas se incorporan en el habitus y afectan a los precios y la expectativa de beneficio social, que, a su vez, refuerzan las mismas ideologías lingüísticas. Cuestión diferente es que la imposición de una ideologíalingüística sea mas efectiva y eficaz para el grupo que tiene los medios adecuados para tal imposicion: a saber, la escuela, los medios de comunicacion, etc. Por lo tanto, en el ambito de la dominación, son los grupos dominantes los que imponen su ideología lingüística, que responde a aquel esquema social del sistema-mundo y a la manera en que se construye el conocimiento. Tal imposición se lleva a cabo a traves de las instituciones sociales señaladas, incluyendo la familia (Bourdieu Significa: 44).

5. El capital simbólico andaluz como zona del no-ser

Un mercado lingüístico donde unos hablantes son descapitalizados en determinados campos simbólicos, como el mediatico, se da al interior de la Peninsula Iberica, en España. Los andaluces, habitantes de la comunidad autónoma mas poblada del Estado español (8,4 millones, segun el INE; casi un 20% del total), situada en el sur peninsular, son un buen ejemplo de hablantes descapitalizados lingüísticamente, en un mercado que impone sus precios desde una lógica castellanocentrica. Esta lógica es jerarquizadora, donde los capitales simbólicos que adquieren mas valor son los correspondientes a la lengua legitimada y que corresponde con el centro de poder politico, economico y militar del Estado: Madrid, que históricamente representa en esencia a Castilla. Andalucía supone la otra cara de la moneda: el valor de su capital simbólico es desvalorizado. Esta situación nos muestra claramente una zona del ser, una línea abismal y una zona del no-ser, zonas y línea que son simbólicas y claramente ligadas a estos capitales simbólicos.

La incorporación de Grosfoguel (Concepto, Retos, Racismo) a nuestra teoríanos facilita la compresión de un problema visto con perspectiva historica. Grosfoguel retrotrae «el encubrimiento del Otro» del que habla Dussel (Encubrimiento) en relación con los pueblos amerindios y afroamericanos (ya sea de Norteamerica, el Caribe o America del Sur) hasta la conquista castellana del sur de la Peninsula Iberica, como ya adelantamos mas arriba. En la Conquista, muestra acertadamente Grosfoguel, se llevaron a cabo las prácticas de inferiorización del Otro, que, segun sostenemos, son visibles hoy en la desvalorización de los capitales simbólicos lingüísticos y culturales del sur peninsular por parte de esa lógica de poder, que funciona tanto a nivel micro como macro, pues, tambien lo indica Grosfoguel, cualquier práctica de inferiorización precisa de una institutionalization. Cuando decimos «poder» no decimos el poder del Estado, tal y como este lo concibe, por ejemplo, en sus normas juridicas. De acuerdo con Foucault (Microfisica 158), «el poder se construye y funciona a partir de poderes, de multitud de cuestiones y de efectos de poder», de tal modo que «para que el Estado funcione como funciona es necesario que haya […] relaciones de dominación bien especificas que tienen su configuración propia y su relativa autonomia», al menos, en relación a los Estados modernos europeos o europeizantes. Es con el concepto de micropoder al que apunta Foucault con el que trabajamos: el de las relaciones interpersonales e intergrupales, hasta conectarlas, en nuestro analisis, con la jerarquíade dominación de la que habla F. Fanon, denunciando la situación colonial afrocaribena, llama «racismo»:

Para Fanon, el racismo es una jerarquíaglobal de superioridad e inferiodad sobre la línea de lo humano que ha sido politicamente producida y reproducida como estructura de dominación durante siglos por el «sistema imperialista/occidentalocentrico/cristianocentrico/capitalista/patriarcal/moderno/ colonial» (Grosfoguel, Racismo 93).

En definitiva, se trata de una jerarquíaglobal, interseccional (Grosfoguel, Racismo 94), incluyendo el conjunto de los saberes y sus marcos categoriales:

El racismo epistemico se refiere a una jerarquíade dominación colonial donde los conocimientos producidos por los sujetos occidentales (imperiales y oprimidos) dentro de la zona del ser se consideran a priori como superiores a los conocimientos producidos por los sujetos coloniales no-occidentales en la zona del no-ser (Grosfoguel, Racismo 98).

El uso de «racismo» no ha de ser problematico, ya que lo verdaderamente problematico es la invención de «raza» por parte de los ilustrados franceses, como es el caso del naturalista Leclerc, en cuya Histoire naturelle de I’homme de 1749 (traducida al castellano en 1834) se clasifica por primera vez al ser humano en «razas» (el blanco, superior; el negro y el amarillo, inferiores) (cf. Leclerc, Obras: 199), dando nacimiento a este sentido en la palabra raza desde entonces, algo que a finales del siglo XX la genetica ha echado por tierra (Cavalli-Sforza Genes), por resultar falsas tanto la clasificación como el propio concepto de raza. Lo que nos interesa es destacar como, a partir de unas prácticas sociales determinadas, se conforma una ideologia, que se toma a si misma muy en serio -los racistas creen dogmaticamente en sus propias ideas y, como vemos, pueden hacerlas pasar por ciencia-, contribuyendo, a su vez, mediante la institucionalización epistemica, a reproducir tal ideologíay a justificar tales prácticas, que asi se ven reforzadas.

Desde un planteamiento similar al de Grosfoguel al denunciar el «racismo epistemico» (Racismo 98), Boaventura de Sousa Santos (con sus Epistemologías del Sur -que buscan igualmente la descolonización de los saberes-) aboga por una «justicia cognitiva» para «una justicia social» (Descolonizar 12), comenzando por «la identificación de las relaciones desiguales de poder-saber que subyacen a las epistemologías del Norte», que supone «un primer paso para transformar esas relaciones de poder» (ibid., p. 13).

El capital simbólico discursivo de los andaluces supone, en este marco teoretico fanoniano, una zona del no-ser frente a la zona del ser del centro-norte peninsular. Esto supone una sintesis historica, filosofica, sociológica y politica de las causas a las que atiende el valor del mercado lingüístico español, en el que se privilegian unos capitales sobre otros, en determinados campos simbólicos, de tal manera que este mismo valor de los capitales simbólicos responde a una ideologíade dominacion, desigualdad e inferiorizacion, con la lengua -en este caso- como marcador. Ello tiene importantes repercusiones desde el punto de vista de la justicia social, que vendríarepresentada, en contraposición con aquella ideologíajerarquizadora, por una ideologíahorizontal, una ideologíade la igualdad y la justicia social.

6. Repercusiones de la desvalorización: injusticia social.

A continuación, se presentan algunos testimonios de andaluces en los que se da cuenta de la desvalorización, la discriminación, los prejuicios culturales y/o lingüísticos, y hasta acoso, siempre por la condición de ser hablantes andaluces. Como se vera, algunos de estos testimonios apuntan a situaciones en las que las consecuencias son de caracter socioeconomico (Rodriguez Iglesias Prejuicio), concretamente en el campo laboral.

Los testimonios fueron recogidos mediante encuestas8, lo que nos obliga a una aclaración. Somos de la opinión de Bourdieu de que «lo que registra la encuesta cultural o lingüística no es una manifestación directa de la competencia, sino un producto complejo de la relación entre una competencia y un mercado, un producto que no existe fuera de esta relacion» (Mercado 151), por lo que «no es posible pensar en una situatión de encuesta «limpia» de cualquier efecto de dominacion». Sin embargo, usamos la encuesta dentro de un contexto de investigación muy especifico: conocer a hablantes con anecdotas relacionadas con las situaciones de desvalorización de sus capitales por parte de miembros de otros grupos (o del mismo grupo) para una posterior investigación etnografica con los sujetos-agentes que dieran cuenta de tal situacion. La encuesta no malversa, en nuestra opinion, el objetivo, pues de lo que quiere dar cuenta no es de como ven sus prácticas discursivas estos sujetos-agentes -mediatizados por una serie de preguntas enclaustradas-, sino de que les ha sucedido con otros sujetos-agentes en relación con su habla. No obstante, se incorpora un testimonio recogido fuera de encuesta por una de las informantes (el segundo de I.4).

Las encuestas se hicieron a traves de Formularios de Google, una aplicación software en línea que permite, ademas de confeccionar encuestas, registrar los datos automaticamente en un documento Excel y obtener graficos. Una vez confeccionada, se contacto con personas de cuyas experiencias ya teniamos informacion, por contactos precedentes. Estos informantes hicieron de enlace, a su vez, entre el investigador y otros nuevos informantes. La encuesta fue remitida por el investigador a traves de comunicación privada, esto es, que no estaba abierta a cualquier persona que quisiera participar sin conocimiento del investigador, ya que este necesitaba conocer si la persona cumplíalos requisitos para su participacion, velando por la calidad de los datos.

A todos se les interrogo acerca de sus experiencias con miembros de otro grupo que hubieran desvalorizado su habla andaluza, con diferentes tipos de preguntas: cerradas y abiertas. Estas ultimas tuvieron un gran peso, ya que daba libertad a los encuestados para expresar sus experiencias, sin ser dirigidos. En este sentido, se evitaron preguntas cerradas del tipo: «¿Crees que en el norte se discrimina a los andaluces?» o ¿crees que el andaluz habla peor que el castellano?». En su defecto, se genero un sistema de preguntas que evitaba dirigir al encuestado, pero en el que introdujeron ciertas preguntas de control. Es el caso de una de las ultimas preguntas en la encuesta: tras interrogar acerca de prejuicios, discriminacion, etc., se pregunta explicitamente: «¿Existen los prejuicios lingüísticos?». Con esto se pretendíaevaluar y poner en contexto las palabras de la persona encuestada, ya que hay casos en los que considera el/la informante que no ha sentido discriminacion, pero si habla de burlas por su habla y niega que existan prejuicios.

Hubo dos momentos en nuestra interpretación de los datos: la puramente estadistica, derivada de la encuesta, y la interpretativa, donde se transforman los datos cuantitativos en cualitativos, que son los que mas nos interesan. Los datos estadisticos no pueden ser concluyentes, ya que una gran parte de la información obtenida -excepto la estrictamente objetiva, como la edad, el sexo, la formacion- esta basada en las percepciones de los propios hablantes. Otra parte de los datos nos dira mucho, poco o nada -segun lo que han aportado y compartido de sus experiencias- acerca de lo vivido con relación a la discriminación por la que se les pregunta.

Un problema a tener en cuenta estrechamente relacionado con esto último ha sido la postura subjetiva de cada individuo respecto de los conceptos de prejuicio y discriminacion, incluso, a la luz de las muestras obtenidas, de que entiende cada informante por lengua, pues esto esta, a su vez, estrechamente relacionado con su valoración de las variedades y su ideologia lingüística.

El número total de participantes ha sido de 37, un número muy superior con el que se trabaja en sociolingüística cualitativa, que, por otro lado, rehusa la encuesta a favor de la entrevista y la observación participante. En la sociolingüística cuantitativa se da especial relevancia al número de informantes, pues se busca medir el fenomeno con relación a un segmento de la población que sea representativo de la totalidad, como en los trabajos de W. Labov (Social) o H. Lopez Morales (Estratificacion). Sin embargo, en la sociolingüística cualitativa no lo es, como ponen de manifiesto los trabajos de Relaño y Solano (Vivencia) y Sabate Dalmau (Inmigracion). Aqui, no queremos medir y no es relevante si la situación de opresión la padece un 0,025% de la población o un 25%. A pesar de la dificultad que pueda entranar este número para su manejo en investigación cualitativa, en nuestro caso solo se trataba de conocer situaciones de opresión y microagresiones lingüísticas, para futuras investigaciones con entrevistas, donde el número debera ser mas reducido.

Estos son los datos generales de la encuesta: la edad de nuestros informantes oscila entre los 22 y los 56; respecto del sexo, diecisiete son mujeres (46%) y 20 son hombres (54%); un 8% con Educación Secudanria Obligatoria, un 5% con Bachillerato, un 11% con Formación Profesional Basica, un 14% con Formación Profesional Superior, un 46% con licenciatura universitaria, un 16% con master y un 3% con doctorado. Se interrogo a nuestros informantes acerca de si habian residido fuera de Andalucía y, en su caso, en que lugar. Esta bastante equilibrado el número, inclinándose la balanza ligeramente hacia los que residen o han residido fuera de esta comunidad autónoma: Si, un 51%; no, un 49%. A continuación indicamos los lugares seguidos del número asignado al/a la informante: Burgos (3) / Cantabria (4) / Argelia (8) / Madrid (9) / Madrid y Paris (11) / Madrid (12) / Burgos y Galicia (17) / Murcia (20) / Madrid y Francia ( 21) / EE.UU., Peru y Barcelona (23) / Avila (26) / Roma, Palermo y Florencia (27) / Galicia (28) / Alicante y Barcelona (29) / Madrid, Barcelona y Eslovenia (30) / Cuba, Galicia, Cataluna, Baleares, Portugal e Italia (31).

A los informantes se les ha preguntado explicitamente si hablan la variedad andaluza, especificandoles «acento andaluz», por ser esta etiqueta la manera mas usual entre los hablantes de identificar tal variedad. Sorprendentemente, tres informantes declararon no hablar en andaluz, por lo que se procedio a valorar sus respuestas para evaluar si su declaración respecto del «acento andaluz» era constitutiva de una ideologíalingüística al respecto. No se pudo concluir de manera exacta, pues no se aportaban datos suficientes. He aqui uno de los problemas que plantea la encuesta frente a la entrevista, especialmente, si no hay interacción con la persona encuestada. Estos tres informantes, un 8% del total, fueron descartados de nuestro estudio.

A partir de aquí, mediante pregunta abierta, se pide a los informantes que den cuenta de alguna posible situación de discrimination. En concreto, se pregunta: «¿Has sufrido algun tipo de discriminación por tu habla fuera de Andalucía? Cuentanos tu/s experiencia/s en las líneas que precises para ello». Que sea pregunta abierta permite al informante mayor libertad, dando al investigador mas información de la que se obtendríacon preguntas cerradas: en primer lugar, permite valorar las percepciones; en segundo lugar, el investigador accede directamente a historias vividas por los propios informantes, constituyendo un material de un valor, sin duda, incalculable. Ademas, se suplen las limitaciones de la encuesta.

A continuación se presentan aqui fragmentos de las respuestas que contestan a la referida pregunta, asi como a las preguntas de control, señaladas más arriba.

Los testimonios, ya adelantados en Rodriguez Iglesias (Hybris y Conferencia), aparecen aqui numerados por el número de informante [I seguido del número] y se añade a la I.4 un testimonio de importante valor recogido fuera de encuesta, a petición de esta informante.

[I.3] «En Castilla, se me dijo que, a pesar de mi formación, no sabíahablar correctamente porque me comíalas eses finales y que seguro escribíacon faltas de ortografia. Ante mi respuesta de que no era posible se me dijo: «seguro que alguna se te escapa»».

Este informante (I.3) es periodista y tiene una formación de licenciatura y master. Es patente, dado su trabajo de caracter publico, que no tiene dificultades con la ortografia. Pero sus interlocutores no tuvieron la intención de comprobarlo o, al menos, tener la prudencia de no valorar sin conocer los hechos. Dan por sentado que al ser andaluz, nuestro informante cometera faltas de ortografia. En nada ha ayudado que un libro de referencia sobre la historia del andaluz publicado por una editorial prestigiosa y un profesor de reconocida trayectoria, J. A. Frago Gracia, contenga dislates como este: «Nada de particular tiene que para un andaluz, un canario o un cubano, pongo por caso, sea mas dificil que para un burgales o un zaragozano de similar formación escolar atenerse a la práctica «oficial» que en la escritura rige el uso de la s y de c-z, de -r y -l o de la -s» (Frago Gracía33), por mucho que sus unicas pruebas sean las notas de un frutero y de un albanil o una decena de cronicas de toros, futbol y vida social del ABC de Sevilla de principios de la decada de 1980.

[I.4] «Con siete anos vivi en Cantabria. A mi hermano y a mi nos acorralaban en el patio del colegio y nos llamaban gitanos».

Esta hablante es profesora de ingles, andaluza. Parece que su identificación como tal la llevo a asociarla a una etnia que convive con otras en España y sobre la que tambien hay prejuicios y situaciones de discriminacion, como la relatada, pues, con independencia de si es gitana o no, era identificada como tal o sometida a igual vejacion. Fuera de encuesta el informante 3 refiere un suceso similar en la ciudad en la que este residio en su infancia.

[I.4] «El martes [16 de junio de 2015] una profesora de la Universidad del Pais Vasco me dijo que como podíaser yo profesora de ingles, siendo andaluza y teniendo este acento».

La misma informante I.4 anadio fuera de encuesta como ha sido puesta en cuestión como profesora de ingles solo por ser andaluza. Su prejudicadora, segun relata, ni siquiera conoce si habla o no ingles y que conocimientos especificos tiene sobre el mismo.

[I.9] «La mayoríade las veces en el trabajo [en Madrid]. Comentarios como: «aprende a hablar, paleto» y demas».

Este informante es un camarografo de television. Vive en Madrid desde los 18 anos. Valora esas agresiones lingüísticas como «burlas». No lo ponen en cuestión con respecto a su desempeno profesional, dado que su trabajo no esta relacionado con la voz, pero si lo inferioriza respecto de los miembros del grupo de dominio, que consideran que no sabe hablar y debe aprender a hacerlo, al identificarlo como andaluz.

[I.15] «Un comentario en el que nos acusaban a los andaluces de hablar con bajeza o no saber hablar. Veníade un grupo de catalanes».

Esta hablante, trabajadora del sistema de salud, relata la experiencia con miembros de otro grupo que la inferiorizan al considerar, como en tantos otros casos que estamos viendo, que al ser andaluza no sabe hablar.

[I.17] «Creen que los andaluces no sabemos hablar y dicen que no nos entienden».

Esta informante tambien da cuenta de esta situación de discriminación que desvaloriza no solo el capital simbólico de estos sujetos, sino tambien su ontologia. Son los excluidos de los que habla Dussel (Etica 20), al no ser tratados como iguales: cuando hablan no se les escucha, no se les quiere entender.

[I.19] «Como periodista tendríaque esconder mi acento fuera de Andalucía. Asi lo imponen».

Esta informante es periodista. Trabajaba en televisión en el momento de la entrevista. Hoy en díaesta en situación de desempleo y como en la encuesta relata, segun denuncia, la descartan de las ofertas laborales de su profesión por carecer de los capitales lingüísticos legitimados por el grupo que ostenta la hegemonia (cf. Gramsci 248) y que se encuentra en una situación de privilegio social y lingüístico (vease Rodriguez-Iglesias Conferencia e Interseccionalidad).

[I.23] «En Alicante […] salió la conversación del tema de Andalucía, que la gente es vaga, que no trabaja, que no sabe hablar bien e, incluso, llego a preguntarme si yo sabíaescribir bien en castellano».

La opresión lingüística esta interseccionada con otras formas de opresion: estamos apuntando a la ontológica, seres inferiorizados en general. Esta idea de la interseccionalidad es una aportación de los feminismos negros norteamericanos, en concreto de K. Crenshaw (Mapping), que, como otras investigadoras sobre la opresión de las mujeres negras en Estados Unidos, pone de relieve como las diferentes opresiones funcionan de manera interseccionada respecto de los marcadores de sexo, piel, etc. (vease Rodriguez-Iglesias Interseccionalidad).

[I.26] «En Avila se metian tanto con mi acento andaluz que decian que no se nos entendíanada, que nos debian ensenar a hablar castellano neutro en la escuela. […] Tuve que aguantar muchos comentarios en plan: «Claro, es normal que seais la Comunidad con mas paro, ¿quien va a querer a gente que habla tan mal?». Entre otras muchas cosas».

Este testimonio apunta a la misma cuestión que hemos comentado, pero pone sobre la mesa un pseudoconcepto fundamental para el funcionamiento de la opresion: el acento neutro, cosa que no existe, pues todo ser humano vive en una espacialidad. Esta cuestión la trabaja desde el punto de vista ontologico el filósofo colombiano Santiago Castro-Gomez en lo que el ha llamado «la hybris del punto cero» (Castro-Gomez) y que me ha servido a mi para dar cuenta de estas cuestiones usando su terminologíaen lo que yo he llamado «la hybris del punto cero metalingüístico»: la soberbia de desconocer la espacialidad, decirse «neutro», en este caso, decir que se habla con acento neutro o -he aqui otra formula de ese proceder- con una forma estandar, cosa que es imposible, pues es constitutiva de la escritura y no de la lengua hablada (Penny 292). En febrero de 2016, el diario español El Pais me pregunto para uno de sus reportajes (El Pais) acerca de esta cuestion, a partir de los testimonios de diferentes actores de cine y teatro, cuyos testimonios atestiguaban como se les obliga a hablar como si fueran castellanos en papeles que, en principio, no requiere una identificación del personaje como oriundo de Madrid o Salamanca.

[I. 26] «Siendo periodista, en el resto de España no esta bien visto el acento andaluz, sobre todo para las radios y las televisiones. O tienes un acento más neutro, aun siendo andaluz o ellos mismos te indican que debes corregir tu acento, algo que no comprendo, cuando a los canarios, catalanes y gallegos si les dejan su acento en los medios».

Tenemos aquí a otro periodista, que se expresa en los mismo términos que la informante 19. Da cuenta de una situación generalizada, especialmente en los medios audiovisuales, en los que estos hablantes generalmente han de ocultar su variedad y usar la del grupo de dominio. La informante 36 también ratifica esta situación:

[I.36] «Soy periodista y fuera de nuestra Comunidad el andaluz no gusta en los medios. Hay prejuicios».

La siguiente informante es profesora universitaria en la actualidad. Anteriormente, buscando empleo en Italia fue descartada para trabajar en el Instituto Cervantes por ser andaluza al darse preferencia a profesores/as del centro y norte peninsular español, segun su testimonio:

[I.27] «Tanto en España como en Italia, a la hora de la busqueda de empleo, me ha ocurrido que han desestimado mi curriculum en academias donde se imparte ELE, porque daban preferencia a personas que no fueran andaluzas».

La situación puede llegar a extremos surrealistas como el que sigue:

[I. 28] «Me han llegado a decir trabajando en un banco de alimentos gallego y hablando andaluz que la gente podríapensar que era broma, que crease desconfianza y no me tomasen en serio».

Este testimonio no hace sino confirmar todo el analisis que estamos haciendo respecto de como se pone en cuestión al ser humano a partir de un marcador, la lengua, en nuestro caso, aunque tambien deberiamos anadir el origen geografico y cultural con el que se asocia.

Los dos últimos testimonios redundan en la cuestión que hemos visto en otros informantes.

[I.34] «A amigos de otra Comunidad les parece gracioso el andaluz en sentido despectivo».

[I.36] «Sobre todo los cantabros, se reian mucho de nuestro acento y me decian que no sabiamos hablar».Estos informantes, a través de sus testimonios, dan cuenta de como son puestos en cuestión respecto de sus capitales simbólicos, en concreto, respecto de sus capitales lingüísticos. Son descapitalizados. La lógica de una jerarquización de la lengua legitima frente a la ilegitima, basada en la desigualdad, conlleva la descapitalización del hablante, cuyos capitales simbólicos son inferiorizados, deslegitimados, apartados, en diversos grados y segun el campo práctico.

La existencia de prejuicios lingüísticos supone que solo los discursos que se adaptan a determinadas normas, generos, registros y sociolectos, son considerados adecuados en contextos sociales relevantes […], mientras los que no se adaptan a estas normas [… ] se encuentran de partida deslegitimados y son considerados como no pertinentes en el contexto en el que son producidos, indica Martin Rojo, que sigue: «Por ello, la regulación discursiva de los distintos contextos sociales constituye un poderoso mecanismo de exclusion, por el cual se excluye lo que se dice y a quien lo dice, sobre la base de como lo dice» (Martin Rojo, Orden 24).

Hay un exceso ontológico, de hablantes que se imponen sobre estos otros hablantes, que los cuestionan, que desconociendo su espacialidad teorizan desde una supuesta superioridad y llevan a cabo una praxis inferiorizadora. De lo que da cuenta esta situación es del privilegio social y lingüístico de esos grupos respecto de este grupo, el andaluz, sometido a una situación de dominio, deslegitimacion, desvalorización y descapitalización.

7. Conclusión

Es evidente que existe una relación de fuerza, de dominacion, entre un grupo (o unos grupos) y otro(s). En esta evidencia, el grupo humano constituido por los andaluces se ve desvalorizado frente a otro grupo, cuyos capitales simbólicos tiene un valor especifico en el conjunto del mercado lingüístico que suponen los intercambios discursivos.

Supone una injusticia social, en tanto que, como la piel, el sexo y otros factores sociales, la lengua es un elemento caracteristico de los sujetos-agentes, de los miembros de los grupos humanos, que interaccionan socialmente casi exclusivamente a traves de los intercambios lingüísticos, es decir, en mercados lingüísticos. Que una persona o un conjunto de personas se vean inferiorizadas por cualquiera de estos rasgos, ademas de injusto, es un acto racista, entendiendo por racismo cualquier acto de inferiorización de caracter cultural, incluyendo el mismo lenguaje, y que, como hemos visto con Fanon y rosfoguel, forma parte de una jerarquíade inferiorización global que funciona interseccionalmente a traves de diferentes marcadores, citados arriba.

Poder ver el problema de desvalorización de los capitales simbólicos lingüísticos (y no lingüísticos) andaluces en el marco de una ideologíaglobal de inferiorización nos permite trabajar desde una misma posición y un marco teorico transmoderno, en el sentido dusseliano, de descolonización de los saberes (como apunta B. de Sousa Santos y la red modernidad/colonialidad en Latinoamerica), para un completo replanteamiento epistemologico que, con y por la justicia cognitiva, reinterprete con nuevas categorias realidades malinterpretadas a partir de prácticas de dominación e inferiorización que se ven a su vez comprometidas (tanto las descripciones que aspiran a ser cientificas como las realidades mismas).

Notas
1 Investigación del área de Socialización lingüística. Código: Grupo de investigación: Bioling HUM792. Universidad de Huelva, España.2 Gran parte del trabajo que desarrollo es deudor de las ensenanzas y observaciones de Luisa Martin Rojo (Universidad autónoma de Madrid), mi primera directora de tesis doctoral, de cuyo grupo de investigación fui investigador en formation. Mi otra deuda es para con quienes la precedieron en su tutela doctoral: Antonio Benitez Burraco, Universidad de Huelva, y Ramon Grosfoguel, University of California, Berkeley.
3 «No diferencia, per tant, entre aspectes linguistics i aspectes socials; per be que sovint es fan distincions entre aspectes discursius o ideologics, per una banda, i questions materials, per l’altra, per la necessitat de reconeixer limits o condicions no intrinsecament discursius» (Pujolar 13).4 El libro Languages in Contact (Weinreich), paradojicamente, constituye uno de los precedentes de la Sociolingüística. Weinreich toma el titulo de uno de los cursos que impartio en Columbia Andre Martinet, su director de tesis doctoral, que supone la base del libro de quien fuera a su vez director de tesis de W. Labov una decada despues (Fernández, 123).
I. Wallerstein define el sistema mundo moderno como «el sistema-mundo en el que ahora vivimos, el cual ha tenido sus origenes en el siglo XVI en Europa y America. El sistema-mundo moderno es una economia-mundo CAPITALISTA» (2006: 136). «La economia-mundo capitalista es un sistema que incluye una desigualdad jerarquica de distribución basada en la concentración de ciertos tipos de producción (producción relativamente monopolizada, y por lo tanto de alta rentabilidad), en ciertas zonas limitadas» (2001: 29).
6 Occidente es una construcción a partir de la invención epistemica de un Oriente, invención que es producto y acompana a las prácticas imperialistas de Francia y el Imperio Britanico en los siglos XVIII y XIX. En este sentido, el palestino E. Said fue el primero en llamar la atención sobre esta construccion, de tal modo que Oriente es «una visión politica de la realidad cuya estructura acentuaba la diferencia entre lo familiar (Europa, Occidente, «nosotros») y lo extrano (Oriente, el Este, «ellos»). Esta vision, en cierto sentido, creo y luego sirvio a los dos mundos asi concebidos. Los orientales vivian en su mundo, «nosotros» viviamos en el nuestro». El adjetivo «occidentalizada» llama la atención sobre cualquier práctica, ideologia, institucion, etc. eurocentricas (occidentalocentricas) que, como es obvio, no tienen por que ser europeas, pero si funcionar respecto de su lógica en cualquiera de las formas en que el eurocentrismo se manifiesta: epistemologia, politica, economia, relaciones sociales e interpersonales, etc. De este modo, por ejemplo, una universidad, como el giro decolonial ha puesto de relieve, puede no estar en Europa y ser europeizante en su canon de pensamiento, como resultado del sistema-mundo moderno (Wallerstein, Andlisis; Dussel, Filosofia 24). R. Grosfoguel explica, en este sentido, que «la epistemologíaeurocentrica en las universidades occidentales esta caracterizada no solamente por privilegiar el canon de pensamiento del hombre occidental (el genero es aproposito), sino tambien por estudiar al ‘otro’ como objeto y no como sujeto que produce conocimiento, ocultando asi la ‘geo-politica’ y la ‘corpo-politica’ del conocimiento mediante la cual los academicos e intelectuales blancos piensan» (Grosfoguel, Retos 14). Un sujeto puede ser no occidental, segun la lógica construida a la que he aludido, y ser occidentalocentrico, esto es, su pensamiento y acciones pueden ser y estar occidentalizados.
7 Para una crítica a Alvar sobre el andaluz, lease J. C. Moreno Cabrera. El nacionalismo lingüístico. Una ideologíadestructiva. Barcelona: Peninsula, 2008.
8 Las encuestas se hicieron en el marco de un trabajo de posgrado dirigido por la profesora Celia Casado Fresnillo, UNED.

Bibliografía

——–Pragmática y declaración sobre los moriscos esclavos que fueron tomados en el Reyno de Granada y la orden que con ellos se ha de tener. Madrid: Alonso Gomez, 1573. Impreso.

Alvar, Manuel. Lenguay sociedad. Barcelona: Planeta, 1976. Impreso.         [ Links ]

Alvar, Manuel. Hombre, etnia, estado. Madrid: Gredos, 1986. Impreso.         [ Links ]

Arias Montano, Benito. De varia Republica, sive Commentaria in librum Judicum, 1592. Impreso.         [ Links ]

Blommaert, Jan. «Sociolinguistics». The Routledge Handbook of English Language Studies. Ed. C. Leung y B. Street. Londres: Routledge, 2014. p. 131-144. Impreso.         [ Links ]

Blommaert, Jan y Ben Rampton. «Language and Superdiversity: A posición paper». Working Papers in Urban Language & Literacies Paper 70 (2011). Impreso.         [ Links ]

Blommaert, Jan y Jef Verschueren. «The role of language in European nationalist ideologies». Pragmatics 2:3 (1992): 355-375. Impreso.         [ Links ]

Bourdieu, Pierre. El sentido práctico. Madrid: Taurus, 1991. Impreso.         [ Links ]

Bourdieu, Pierre. «El mercado lingüístico». Sociologiay cultura. Mexico: Grijalbo, Conaculta, (2002): 143-158. Impreso.

Bourdieu, Pierre. Que significa hablar. Economíade los intercambios lingüísticos. Madrid: Akal, 2008. Impreso.         [ Links ]

Bourdieu, Pierre y Jean-Claude Passeron. Los herederos. Los estudiantes y la cultura. Buenos Aires: Siglo XXI, 2009. Impreso.         [ Links ]

Carbonero, Pedro. Estudios de Sociolingüística Andaluza. Sevilla: Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2003. Impreso.

Castro-Gomez, Santiago. La hybris del punto cero: ciencia, raza e ilustración en la Nueva Granada (1750-1816). Bogota: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2005. Impreso.

Cavalli-Sforza, Luigi Luca. «Genes, pueblos y lenguas». Investigación y Ciencia, 1992. Impreso.         [ Links ]

Colón, Cristobal. Diario de abordo. Luis Arranz (ed.). Madrid: Edaf, 2006. Impreso.

Coseriu, Eugenio. Lecciones de lingüística general. Madrid: Gredos, 1999. Impreso.

Crenshaw, Kimberle. «Mapping the margins: Intersectionality, Identity Politics, and Violence against Women of Color». Stanford Law Review v. 43, n.6, (1991): 1241-1299. Impreso.         [ Links ]

Cruz Artacho, Salvador. Andaluces contra el caciquismo. Sevilla: Centro de Estudios Historicos, 2012. Impreso.

Dussel, Enrique. 1492. El encubrimiento del Otro. Hacia el origen del «mito de la Modernidad. La Paz: Plural Editores-Centro para el Desarrollo-CID, 1994. Impreso.

Dussel, Enrique. Filosofíade la liberacion, Bogota: Nueva America, 1996. Impreso.

Dussel, Enrique. «Sobre el sujeto y la intersubjetividad: el agente historico como actor en los movimientos sociales». Revista Pasos n. 84 Segunda Epoca Julio- Agosto (1999). Impreso.

Dussel, Enrique. Politica de la liberacion. Historia mundial y crítica. Madrid: Editorial Trotta, 2007. Impreso.

Dussel, Enrique. La etica de la liberación: ante el desafío de Apel, Taylor y Vattimo con respuesta crítica inedita de K.-O. Apel. Mexico: Universidad autónoma del Estado de Mexico, 1998. Impreso.

El País. «La cuestión del acento neutro». Diario El Pais. 28 de febrero de 2016. Impreso.

Escobar, Arturo. Mds alld del Tercer Mundo. Globalización y diferencia. Bogota: Instituto Colombiano de Antropologíae Historia, 2005. Impreso.

Espinosa Minoso, Yuderkis, Diana Gomez Correal y Karina Ochoa Munoz (eds.). Tejiendo de otro modo: Feminismo, epistemologíay apuestas descoloniales en Abya Yala. Popayan: Editorial Universidad del Cauca, 2014. Impreso.

Fairclough, Norman. Language and power. Essex/Nueva York: Longman, 1989. Impreso.         [ Links ]

Fanjul, Serafin. La quimera de Al-Andalus. Madrid: Siglo XXI, 2004. Impreso.         [ Links ]

Fernández, Mauro. «Los origenes de la Sociolingüística». II Jornadas de Lingüística, (1996): 105-132. Impreso.

Foucault, Michel. Microfisica del poder. Madrid: Ediciones La Piqueta, 1979. Impreso.

Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Buenos Aires: Siglo XXI, 2002. Impreso.         [ Links ]

Foucault, Michel. Hay que defender la sociedad. Madrid: Akal, 2003. Impreso.         [ Links ]

Frago Gracia, Juan Antonio. Historia de las hablas andaluzas. Madrid: Arco Libros, 1993. Impreso.         [ Links ]

Gramsci, Antonio. Prison Notebooks. Volume I. Nueva York: Columbia University Press, 1999. Impreso.         [ Links ]

Grosfoguel, Ramón. «El concepto de «racismo» en Michel Foucault y Frantz Fanon: ¿teorizar desde la zona del ser o desde la zona del no-ser?». Tabula Rasa n.16 (2012) : 79-102. Impreso.         [ Links ]

Grosfoguel, Ramón. «Retos de los estudios etnicos en Estados Unidos en el sistema universitario global occidentalizado: entre el multiculturalismo liberal, las politicas identitarias, la colonización disciplinas académicas y las epistemologías decoloniales». Relaciones Internacionales, num. 19, febrero (2012): 13-26. Impreso.

Grosfoguel, Ramón. «Racismo/sexismo epistemico, universidades occidentalizadas y los cuatro genocidios/epistemicidios del largo siglo XVI». Tabula Rasa n.19 (2013) : 31-58. Impreso.

Hamel, Rainer Enrique. «Conflicto entre lenguas, discursos y culturas en el Mexico indigena: los procesos de desplazamiento lingüístico». Palavra, 11 (2003): 63­88. Impreso.

Jackson, Gabriel. La Republica española y la guerra civil: 1931-1939. Barcelona: crítica, 1999. Impreso.         [ Links ]

Joseph, J. E. y T. J. Taylor (eds.). Ideologies of language. Londres/Nueva York: Routledge. 1990. Impreso.         [ Links ]

Labov, William. The Social Stratification of English in New York City. Cambrigde: Cambridge University Press, 2006. Edición original, 1966. Impreso.         [ Links ]

Lander, E. «¿Conocimiento para que? ¿Conocimiento para quien? Reflexiones sobre la universidad y la geopolitica de los saberes hegemonicos». Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. V. 1 6, n. 2, mayo-agosto (2000): 53-72. Impreso.

Leclerc, G.-L. Obras completas de Buffon. Historia del hombre, tomo II, Barcelona: Imp. de A. Bergnes y Ca, 1834. Impreso.         [ Links ]

Lippi-Green, Rosina. English with an Accent Language, ideology, and discrimination in the United States. Londres/Nueva York: Routledge. 1997. Impreso.         [ Links ]

López Morales, Humberto. Estratificación social del español de San Juan de Puerto Rico. Mexico: UNAM, 1983. Impreso.

Maldonado-Torres, Nelson. «On the coloniality of being». Cultural Studies, v.21, n. 2, (2007):240-270. Impreso.         [ Links ]

Martín Rojo, Luisa. Constructing Inequality in Multilingual Classrooms, Berlin/Nueva York: De Gruyter Mouton, 2010. Impreso.         [ Links ]

Moreno, Isidoro. La identidad cultural de Andalucía. Sevilla: Centro de Estudios Andaluces, 2008. Impreso.         [ Links ]

Moreno Cabrera, Juan Carlos. El nacionalismo lingüístico. Una ideologíadestructiva. Barcelona: Peninsula, 2008. Impreso.

Ortega y Gasset, Jose. «Teoríade Andalucía». La identidad cultural de Andalucía: aproximaciones, mixtificaciones y evidencias. Isidoro Moreno (ed.) Sevilla: Centro de Estudios Andaluces, 2008. Impreso.

Penny, Ralph. Variación y cambio en español. Madrid: Gredos, 2004. Impreso.         [ Links ]

Pujolar Cos, Joan. «La sociolingüística crítica». Sociolingüística. Ed. M. Puigdevall, R. Casesnoves, J. Conill, E. Codo, y J. Pujolar Cos. Barcelona: Editorial UOC, 2012. Impreso.

Relaño Pastor, Ana Maríay Rosa MaríaSoriano iras. «La vivencia del idioma en mujeres migrantes. Mexicanas en Estados Unidos y marroquies en España». Migraciones Internacionales, julio-diciembre, año/vol. 3, número 004 (2006), 85-117. Impreso.

Rivera Cusicanqui, Silvia. Violencias (re) encubiertas en Bolivia. La Paz: La Mirada Salvaje/Editorial Piedra Rota, 2010. Impreso.         [ Links ]

Rodríguez-Iglesias, Igor. «Generalización diastratica y restricción diafasica en variación diatopica». Estudios de lingüística: investigaciones, propuestas y aplicaciones. Ed. Adrian Cabedo Nebot, Manuel Jesus Aguilar Ruiz y Elena Lopez-Navarro Vidal. Valencia: Universitat de Valencia, (2013): 581-593. Impreso.

Rodríguez-Iglesias, Igor. «Prejuicios lingüísticos como condicionantes del desarrollo socioeconomico». I Simposium InternacionalEDiSo Estudios de Discursoy Sociedad’. Universidad de Sevilla, 15 – 16 de mayo, 2014. Impreso.         [ Links ]
Rodríguez-Iglesias, Igor. «La ‘hybris del punto cero’ metalingüístico sobre el valor indexical: la lengua como marcador de la heterojerarquíade dominacion». Otros Logos. Revista de Estudios Criticos, 6 (2015): 91-115. Impreso.

Rodríguez-Iglesias, Igor. «Conferencia inaugural: la hybris del punto cero metalingüístico. Andalucía como no-Ser». VIIIEncuentro de la Sociedadpara el Estudio del Andaluz. Malaga: ZEA, (2016): 9-36. Impreso.         [ Links ]

Rodríguez-Iglesias, Igor. «Interseccionalidad en una heterojerarquíade dominacion: mi mujer/su mujer». Gender and Communication. Sevilla: Universidad de Sevilla. Forthcoming. Impreso.

Sabaté Dalmau, Maria. «Inmigración y multilingüísmo: cambios en el mercado lingüístico y la categorización social de (in)migrantes en una localidad periferica de Barcelona». El valor de la diversidad (meta)lingüística: Actas del VIII congreso de Lingüística General. Antonio Moreno Sandoval (coord.), 2008. Impreso.

Salvador, Gregorio. «Las lenguas». Cuentay razon 126 ,2002. Impreso.

Santos, Boaventura de Sousa. Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo: Ediciones Trilce, 2009. Impreso.         [ Links ]

Schieffelin, Bambi, Kathryn. A. Woolard y Paul V. Kroskrity (eds.). Ideologías lingüísticas. Práctica y teoria. Madrid: Catarata, 2012. Impreso.

Soria Mesa, Enrique. «Los moriscos que se quedaron. La permanencia de la población de origen islamico en la España Moderna (Reino de Granada, siglos XVII- XVIII)». Vinculos de Historia, n. 1 (2012): 205-230. Impreso.

Swartz, David. Culture and Power. The Sociology of Pierre Bourdieu. Chicago/London: The University of Chicago Press, 1997. Impreso.         [ Links ]

Valdés, Juan. Diálogo de la lengua. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2004. Edición digital a partir de la edición de E. Boehmer, Leipzig, Romanische Studien, 1895. Impreso.         [ Links ]

Van Dijk, Teun. Ideologia. Una aproximación multidisciplinaria. Barcelona: Gedisa, 1999. Impreso.

Van Dijk, Teun. Discurso y poder. Barcelona: Gedisa, 2009. Impreso.         [ Links ]

Wallerstein, Immanuel. Despues del liberalismo. Mexico: Siglo XXI, 2001. Impreso.

Wallerstein, Immanuel. Análisis de Sistemas-Mundo. Una introduccion. Mexico: Siglo XXI, 2006. Impreso.

Weinreich, Uriel. Languages in Contact: Findings and Problems. New York: Lingüístic Circle of New York, 1953. Impreso.

Wodak, Ruth. Language, power and ideology. Studies in political discourse. Amsterdam: Benjamins, 1989. Impreso.         [ Links ]

Woolard, Kathryn. «Las ideologías lingüísticas como campo de investigación». Ideologías lingüísticas. Práctica y teoria. Ed. Bambi Schieffelin, Kathryn. A. Woolard y Paul V. Kroskrity. Madrid: Catarata, (2012): 19-70. Impreso.

Woolard, Kathryn y Bambi Schieffelin. «Language ideology». Annu. Rev. Anthropol. n. 23 (1994): 55-82. Impreso.         [ Links ]


Recibido: 4/10/2015 
Aceptado: 10/12/2016

0 comments on “IDEOLOGÍAS LINGÜÍSTICAS: DESCAPITALIZACIÓN FANONIANA DE LOS ANDALUCES

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: